Durante décadas, la lógica dominante en el comercio internacional fue simple: producir donde fuera más barato. Este modelo, conocido como offshoring, impulsó la globalización, trasladando fábricas a países con bajos costos laborales, como China o Bangladesh. Sin embargo, esa lógica comenzó a fracturarse con la llegada de crisis globales como la guerra entre Rusia y Ucrania, las tensiones crecientes entre EE.UU. y China, y los cuellos de botella en los puertos del mundo. Creando una nueva estrategia con estabilidad para las cadenas globales, haciendo uso de las alianzas estratégicas que los países ya mantenían: friendshoring.
En este contexto emergen nuevas estrategias: reshoring, nearshoring y, la más reciente y estratégica, friendshoring. Este último no solo implica mover fábricas, sino también reconfigurar las cadenas de suministro globales bajo un nuevo principio: la confianza geopolítica.
¿Qué es el friendshoring?
El friendshoring es una estrategia de comercio internacional y relocalización productiva que consiste en mover o establecer las cadenas de suministro en países considerados “amigos” o aliados, es decir, naciones que comparten valores, normas regulatorias, afinidades políticas, estabilidad institucional y relaciones diplomáticas favorables.
Esta estrategia busca reducir la dependencia de países considerados riesgosos o con los que existen tensiones geopolíticas, como ha ocurrido en los últimos años con China o Rusia. A diferencia de otras estrategias centradas únicamente en reducir costos (como el offshoring), el friendshoring pone en primer plano la confianza, la resiliencia y la seguridad estratégica.
El término ganó notoriedad en 2022, cuando Janet Yellen propuso fortalecer el comercio con aliados democráticos para asegurar el abastecimiento crítico.
El concepto se ha vuelto clave en las discusiones sobre la reorganización del comercio global en tiempos de fragmentación geopolítica.
En esencia, el friendshoring propone una nueva lógica para estructurar el comercio internacional: priorizar alianzas con países con los que existe una afinidad política y estratégica, aunque esto implique asumir ciertos costos adicionales.

¿Es lo mismo que ally-shoring?
Aunque los términos friendshoring y ally-shoring suelen usarse cono sinónimos, existe una diferencia sutil pero importante entre ambos:
- Friendshoring. Hace referencia a relocalizar las cadenas de suministro en países “amigos”, no necesariamente aliados militares o miembros de tratados de defensa mutua, sino socios confiables en términos económicos, políticos y comerciales.
- Ally-shoring. Es un término más restrictivo, que implica una alianza formal, generalmente dentro de marcos geopolíticos o militares (como la OTAN). En este sentido, ally-shoring podría limitarse a un grupo más pequeño de países con tratados formales de defensa, mientras que el friendshoring puede incluir a naciones con las que simplemente se comparten intereses económicos o políticas comerciales compatibles.
Por ejemplo, Vietnam o India podrían formar parte del friendshoring estadounidense por su estabilidad y potencial económico, aunque no sean aliados militares tradicionales de Estados Unidos.
Ambos buscan reducir la dependencia de países inestables, pero mientras el friendshoring privilegia vínculos comerciales con aliados confiables, el ally-shoring enfatiza alianzas políticas y estratégicas.
Friendshoring vs. Nearshoring: ¿en qué se diferencian?
Aunque ambos términos implican una relocalización de las cadenas de suministro, tienen motivaciones distintas y no deben confundirse:
Característica | Friendshoring | Nearshoring |
---|---|---|
Criterio principal | Alianzas políticas y valores compartidos. | Proximidad geográfica. |
Motivación clave | Confianza, estabilidad política, normas compartidas. | Eficiencia logística, reducción de costos de envío. |
Riesgos que atiende | Geopolítica, guerras comerciales, tensiones diplomáticas. | Tiempos de entrega, costos de transporte. |
Ejemplo típico | EE.UU. relocalizando producción en India o México. | EE.UU. trasladando fábricas de China a México. |
El nearshoring busca optimizar la logística acortando distancias (por ejemplo, mover producción a México desde Asia), mientras que el friendshoring puede implicar moverla incluso a países más lejanos, pero más confiables o alineados políticamente (como India o Corea del Sur), aunque esto represente mayores costos logísticos.

Cabe destacar que ambas estrategias no se excluyen mutuamente. Un país como México puede ser considerado tanto para nearshoring como para friendshoring por su cercanía geográfica a EE.UU. y por su participación en el T-MEC.
¿Por qué se está impulsando el friendshoring?
El friendshoring ha ganado fuerza como una respuesta directa a las crisis y vulnerabilidades del comercio internacional expuestas en los últimos años. Las razones detrás de su impulso y estabilidad, incluyen:
- Pandemia de COVID-19
El cierre global de fábricas, los cuellos de botella en puertos y la escasez de insumos críticos (como chips, medicamentos o equipo médico) demostraron que las cadenas de suministro altamente concentradas en ciertos países eran frágiles. - Guerra en Ucrania
La invasión rusa de Ucrania alteró el suministro de energía y cereales, llevando a muchos países a replantearse su dependencia de proveedores en zonas de conflicto. - Tensiones con China
Las tensiones comerciales, políticas y tecnológicas entre EE.UU. y China —incluyendo restricciones a exportaciones de chips, vigilancia industrial, y disputas sobre propiedad intelectual— han generado un entorno de incertidumbre para empresas que dependen de manufactura en China. - Soberanía y seguridad económica
Muchos gobiernos están promoviendo políticas industriales para asegurar el suministro de productos críticos (como semiconductores, baterías o medicamentos), no solo por motivos económicos, sino también de seguridad nacional. - Reorganización de bloques económicos.
Estamos viendo una reconfiguración del comercio global en bloques de aliados estratégicos, como el T-MEC en América del Norte, o acuerdos entre países asiáticos que buscan desligarse parcialmente de China.
Ventajas de esta estrategia
Adoptar una estrategia de friendshoring puede generar múltiples beneficios tanto para empresas como para países. Algunos de los principales son:

- Mayor resiliencia de la cadena de suministro
Establecer relaciones con países confiables permite a las empresas evitar interrupciones causadas por conflictos, sanciones o políticas proteccionistas imprevistas. Las cadenas se vuelven más predecibles y con mayor estabilidad. - Reducción de riesgos geopolíticos
El friendshoring mitiga la exposición a países con regímenes autoritarios, inestables o poco transparentes. Esto es clave para sectores estratégicos como salud, defensa, energía o tecnología. - Cumplimiento normativo más sencillo
Trabajar con países que tienen marcos regulatorios similares facilita el cumplimiento de normas ambientales laborales o sanitarias, evitando sanciones o bloqueos comerciales. - Mejoras de relaciones diplomáticas y comerciales
El comercio con aliados fortalece vínculos políticos y abre la puerta a tratados preferenciales, inversión extranjera directa, transferencia de tecnología y cooperación técnica. - Incentivos fiscales y arancelarios
En muchos casos, los países “amigos” otorgan beneficios para atraer inversión o facilitar el intercambio comercial (por ejemplo, dentro del T-MEC o del Acuerdo Global UE-México). - Reputación y responsabilidad social
Producir en países con altos estándares sociales y laborales ayuda a las marcas a proyectar una imagen ética y sostenible, lo cual es cada vez más valorado por consumidores e inversionistas.
Desafíos y desventajas
Aunque el friendshoring representa una solución estratégica frente a la incertidumbre geopolítica, no está exento de obstáculos importantes que deben ser considerados cuidadosamente por gobiernos y empresas:
Mayores costos operativos
Reubicar operaciones en países con estabilidad política y marcos regulatorios sólidos suele implicar un aumento en los costos de producción, particularmente en mano de obra, energía, impuestos o logística. Estos costos pueden impactar directamente en los márgenes de ganancias y en la competitividad frente a productos fabricados en economías de bajo costo.
Capacidad limitada de países aliados
No todos los países “amigos” tienen la infraestructura, fuerza laboral o experiencia técnica necesarias para absorber grandes volúmenes de manufactura o proveeduría especializada. Por ejemplo, si muchas empresas globales trasladan producción a México o India al mismo tiempo, podrían generarse cuellos de botella, escasez de talento o presión sobre sus sistemas logísticos y energéticos.

Riesgos de dependencia concentrada
Irónicamente, una estrategia que busca diversificar el riesgo podría generar nuevas dependencias. Si muchas empresas concentran su producción en un grupo reducido de países amigos, un cambio político o una crisis interna en uno de ellos podría poner un jaque toda la cadena de suministro.
Complejidad regulatoria entre “amigos”
Aunque los países aliados compartan ciertos valores, eso no garantiza una homogeneidad normativa. Diferencias en legislación fiscal, laboral, ambiental o en estándares técnicos pueden complicar la operación transfronteriza. Además, las regulaciones están en constante cambio, lo que requiere adaptabilidad y monitoreo continuo.
Choques culturales y prácticas empresariales distintas
Aun entre países cercanos ideológicamente, las diferencias, culturales, de idioma o de estilo de negocios pueden representar desafíos. Adaptarse a formas distintas de negociar, gestionar recursos humanos o cumplir regulaciones locales requiere tiempo y experiencia, especialmente para pequeñas y medianas empresas.
Impacto en la competitividad global
Empresas que adopten el friendshoring podrían verse en desventaja frente a competidores que aún operen en países de bajo costo. Esto obliga a complementar la estrategia con mejoras tecnológicas, automatización, eficiencia operativa y un fuerte posicionamiento de marca.
¿Cómo se posiciona México en el friendshoring?
México se encuentra en una posición privilegiada dentro del mapa del friendshoring, gracias a una combinación única de factores económicos, geográficos y políticos que lo convierten en un destino estratégico para empresas que buscan relocalizar sus cadenas de suministro en América del Norte.
Relación estrecha con Estados Unidos y Canadá
México forma parte del T-MEC, uno de los tratados de libre comercio más avanzados del mundo, que garantiza acceso preferencial a los marcados de EE.UU. y Canadá, además de estabilidad legal y reglas claras para la inversión extranjera.
Proximidad geográfica
Su ubicación permite una logística altamente eficiente para empresas estadounidenses. Transportar mercancías desde México a EE.UU. toma días, no semanas, lo cual representa una ventaja frente a Asia en términos de tiempos de entrega, flexibilidad y respuesta al mercado.

Infraestructura y capacidad productiva
México tiene décadas de experiencia como centro manufacturero en sectores clave como el automotriz, aeroespacial, electrónico, textil y farmacéutico, Cuenta con clústeres industriales consolidados, parques tecnológicos, mano de obra calificada y una red de tratados con más de 50 países.
Estabilidad política relativa
A pesar de los retos internos, México es percibido como un país democrático con estabilidad institucional. Comparado con otros países con riesgos más altos (como Rusia, Irán o Venezuela), se considera un socio confiable.
Apoyo internacional y flujos de inversión
El país ha sido mencionado por organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo como uno de los principales beneficiarios del friendshoring en América Latina. La inversión extranjera directa ha mostrado un crecimiento notable, especialmente desde Estados Unidos, España y Alemania.
Potencial en sectores clave
México tiene grandes oportunidades en sectores como semiconductores, energías renovables, vehículos eléctricos, farmacéutica y textiles, todos considerados prioritarios en las estrategias de seguridad económicas de EE.UU.
En resumen, México tiene el potencial de ser el nodo logísticos y productivo más importantes del continente americano en esta nueva etapa del comercio global. Para lograrlo, debe invertir en infraestructura, educación técnica, seguridad jurídica y sustentabilidad.
¿Friendshoring significa desglobalización?
Una de las preguntas más frecuentes en torno al friendshoring es si esta estrategia representa una ruptura con la globalización tal como la conocíamos. La respuesta es no exactamente, pero sí implica una reconfiguración profunda del modelo global.
El friendshoring no busca cerrar las economías ni frenar el comercio internacional, sino redirigirlo hacía países considerados confiables. La globalización continúa, pero ya no se basa únicamente en la lógica del costo más bajo, sino también en la confianza, seguridad y valores compartidos.
La globalización priorizaba eficiencia y apertura, pero hoy se forman bloques entre países con afinidades políticas y comerciales, reduciendo vínculos con socios considerados riesgosos.
Esto no significa menor comercio global en volumen, pero sí una menor interdependencia entre rivales geopolíticos. Por ejemplo, Estados Unidos y Europa están desvinculando ciertas cadenas de suministro críticas de China y Rusia, sin dejar de comerciar con otras regiones.
Globalización, tecnología, innovación y conectividad
El friendshoring también puede impulsar una globalización más sostenible y ética, al priorizar países que respetan derechos laborales, normas ambientales y reglas de competencia. Esto podría ser una oportunidad para corregir algunos de los excesos de la globalización previa, como la explotación laboral o el dumping ambiental.
Pese a la segmentación política, la innovación, las plataformas digitales, la globalización, la ciencia y el comercio de servicios siguen fuertemente interconectados a nivel global. El friendshoring no reemplaza a la globalización, sino que la transforma hacia un modelo más estratégico y responsable, adaptado a los retos actuales del mundo multipolar.
Friendshoring, la nueva geografía de la confianza global
El friendshoring no es simplemente una tendencia pasajera ni un tecnicismo más dentro del comercio internacional, Es una respuesta estratégica a la nueva realidad geopolítica, donde la incertidumbre, los conflictos y los riesgos regulatorios han expuesto la fragilidad de las cadenas de suministro tradicionales.
Este modelo propone una reconfiguración del mapa económico global, donde ya no basta con buscar lo más barato o lo más cercano, sino la más confiable. En este sentido, se prioriza a los países aliados con valores compartidos, estabilidad política, acuerdos comerciales sólidos y compromisos comunes en temas como sostenibilidad, seguridad industrial y derechos laborales.
A diferencia del nearshoring o reshoring, el friendshoring prioriza no solo eficiencia o cercanía, sino la confianza estructural entre socios comerciales. Esto genera relaciones con estabilidad, más duraderas y alineadas con las prioridades estratégicas de las naciones.

Para países como México, el friendshoring representa una oportunidad histórica para posicionarse como plataforma logística, manufacturera y tecnología de América del Norte y del mundo. No obstante, aprovecharla requiere visión de largo plazo, inversiones públicas y privadas en infraestructura, y un entorno jurídico, fiscal y laboral que dé certeza y fomente el desarrollo sostenible.
Por último, es importante entender que el friendshoring no implica una ruptura con la globalización, sino una nueva fase de la misma: una globalización más cuidadosa, enfocada en la resiliencia, la cooperación y el valor estratégico de las alianzas.
Las empresas que comprendan esta evolución, y los países que se preparen para ella, serán quienes lideren el comercio internacional del futuro. Porque hoy, más que nuca, hacer negocios no solo trata de producir, sino de construir redes de confianza en un mundo cada vez más complejo.