DHL suspende envíos a Estados Unidos por nuevas reglas Paquetes de minimis

DHL suspende envíos a EE.UU. por nuevas reglas: ¿Crisis logística?

Este 21 de abril de 2025, DHL anunció la suspensión parcial de sus envíos hacia Estados Unidos, una medida que ya está generando preocupación entre consumidores, vendedores y empresas logísticas. La suspensión aplica especialmente a paquetes de bajo valor (de minimis) enviados desde Asia, y se da en un momento en el que Estados Unidos endurece sus controles aduaneros para frenar lo que considera un abuso del comercio electrónico internacional con la importación de mercancías hacia su país.

El detonante: los cambios recientes en la aplicación de la exención conocida como de minimis, que permita el ingreso libre de impuestos a productos con valor menor a $800 USD. Plataformas como Shein, Temu y AliExpress se beneficiaban de esta figura… hasta ahora.

En esta ocasión analizamos qué hay detrás del anunció de DHL, cómo se relaciona con la guerra comercial entre EE.UU. y China, y qué consecuencias tendrá para el comercio digital global.

DHL suspende envíos a Estados Unidos

A principios de abril de 2025, DHL Express anunció la suspensión de una parte importante de sus envíos internacionales con destino a Estados Unidos, generando confusión e incertidumbre entre miles de usuarios. Esta medida afecta principalmente a los paquetes que se despachaban bajo la figura de minimis, es decir, aquellos cuyo valor declarado era igual o menor a $800 dólares estadounidenses y que podían ingresar al país sin el pago de impuestos ni revisión aduanera exhaustiva.

DHL suspende envíos a EE.UU. por los impuestos y cambios en tema de importación por Trump
paquetes de "de minimis"

La decisión no fue arbitraria. DHL comunicó que se vio obligada a suspender estos envíos debido a los cambios normativos implementados por el gobierno estadounidense, que imponen mayores requisitos de documentación, verificación de origen y trazabilidad. Las nuevas reglas han hecho que este tipo de envíos, que antes eran rápidos y automatizados, ahora sean más complejos, costosos y propensos a ser retenidos o rechazados por las autoridades aduaneras estadounidenses.

Esto representa un cambio drástico en la forma en que miles de productos ingresaban al mercado estadounidense, sobre todo desde Asia. Por ello, DHL opto por pausar este tipo de operaciones mientras evalúa soluciones logísticas y legales que le permitan cumplir con los nuevos requerimientos sin comprometer sus tiempos de entrega ni su rentabilidad operativa.

¿Qué es la exención “de minimis” y por qué la eliminó EE.UU.?

L figura de minimis es una disposición de la legislación aduanera de Estados Unidos que permite la importación de mercancías sin el pago de impuestos ni inspección aduanera detallada, siempre y cuando su valor no exceda los $800 dólares estadounidenses. Esta regla, establecida bajo la Sección 321 del Código de Regulaciones Federales, buscaba originalmente agilizar el comercio transfronterizo, facilitar el e-commerce y reducir la carga operativa de las aduanas para productos de bajo valor.

Sin embargo, en los últimos años, plataformas como Shein, Temu y AliExpress aprovecharon esta figura para enviar millones de paquetes diarios desde China directamente a consumidores a estadounidenses, evitando aranceles y regulaciones sanitarias, de etiquetado o seguridad del consumidor. Esto generó críticas de empresarios, sindicatos y políticos que consideraban que estas empresas estaban eludiendo las reglas del juego y compitiendo de forma desleal con las empresas locales que si deben cumplir con toda la normatividad estadounidense.

En respuesta, el gobierno de EE.UU. —impulsado por una renovada política proteccionista y presión del Congreso— ha comenzado a cerrar las puertas al uso abusivo del esquema de minimis, limitando su aplicación, endureciendo los requisitos de verificación de origen y exigiendo que ciertos productos ya no puedan acogerse a esta exención.

Aunque de minimis no ha sido eliminado completamente, las nuevas condiciones han hecho que su uso sea mucho más difícil y costoso, especialmente para las plataformas extranjeras que operan a gran escala.

La nueva normativa aduanera estadounidense

Las medidas que han desencadenado esta situación provienen principalmente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). En marzo de 2025, se emitieron nuevas directrices que modifican la operación bajo la Sección 321, con el fin de reforzar en control sobre las importaciones de bajo valor.

Entre los cambios se encuentran:

  • Verificación obligatoria del país de origen de los productos, con evidencia documental válida y verificable.
  • Mayor detalle en la descripción de los productos, evitando términos genéricos como “ropa”, “accesorios” o ” artículos para el hogar”.
  • Restricciones a ciertos tipos de productos: textiles, electrónicos, cosméticos, suplementos alimenticios y productos de higiene personal requieren controles más estrictos y no califican para de minimis si no cumplen con normativas específicas (como la FDA, FCC o CPSC).
  • Declaración anticipada de datos de importación, incluso antes de que el envío salga del país de origen.
  • Auditorias más frecuentes a las empresas de logística, con sanciones severas en caso de incumplimiento o documentación incompleta.
Uso de "de minimis" en el comercio con paquetes de importación

Estas modificaciones buscan cerrar el “boquete” que muchas empresas estaban utilizando para ingresar productos sin aranceles ni control sanitario o comercial. En la práctica, esto obliga a los operadores logísticos a rediseñar por completo su sistema de declaración, clasificación y validación de paquetes, elevando los costos y aumentando los tiempos de procesamiento.

Para empresas como DHL, FedEx o UPS, el riesgo de incumplimiento es alto. Por eso, muchas están optando por suspender temporalmente algunos servicios o limitar la cobertura a ciertos tipos de envíos, hasta contar con sistemas de cumplimiento robustos y automatizados.

¿A quiénes afecta esta suspensión al comercio por parte de DHL?

La suspensión parcial de los envíos de DHL hacia Estados Unidos tiene un impacto directo y transversal que va muchos más allá de las grandes empresas. Afecta tanto a consumidores individuales como a pequeños negocios y plataformas digitales que dependen del comercio fronterizo.

  1. Consumidores individuales:
    Los principales afectados son los compradores frecuentes de plataformas como Amazon Global, ahora enfrentarán retrasos, cancelaciones y posibles aumentos en los costos de envío. Muchos de estos usuarios compraban productos asequibles de moda, tecnología, decoración y artículos del hogar que llegaban desde China o Asia sin pagar impuestos ni pasar por revisiones exhaustivas.
  2. Pequeños importadores y revendedores:
    Muchos emprendedores y microempresarios compran productos por mayoreo en plataformas asiáticas y los revenden en sus tiendas físicas, en redes sociales o Marketplace como Mercado Libre. Esta suspensión les genera una interrupción en su cadena de suministro y podría incluso obligarlos a buscar proveedores más caros o nacionales, afectando su margen de ganancia.
  3. Empresas de logística y paquetería:
    DHL no es la única. Empresas como FedEx, UPS o USPS también están viendo afectadas sus operaciones. Deben invertir en nuevos procesos, software de declaración anticipada, entrenar personal y evitar multas o retenciones por parte de las autoridades aduaneras. Todo esto eleva sus costos operativos y limita la capacidad de competir con empresas que sí tengan centros de distribución dentro de EE.UU.
  4. Plataformas de e-commerce internacional:
    Compañías con modelos basados en el envío directo desde China ya no podrán operar de la misma manera, y necesitarán adaptarse o perderán presencia en el mercado estadounidense.

En suma, esta medida reconfigura el panorama del comercio electrónico internacional, afectando a toda la cadena: desde el productor chino hasta el consumidor en América Latina, quien hace la importación correspondiente.

El papel de Trump y la guerra comercial renovada

La decisión del gobierno estadounidense de limitar el uso de la exención de minimis no puede entenderse sin analizar el contexto político actual. Con la campaña presidencial de 2024-2025 en pleno desarrollo, Donald Trump ha retomado su agenda de proteccionismo económico, poniendo el foco nuevamente en China como su principal adversario comercial.

Desde su primer mandato, Trump ha sostenido que China abusa del sistema comercial global, roba propiedad intelectual, manipula su moneda y subsidia industrias estratégicas. Bajo esa narrativa, impuso tarifas arancelarias que desataron una guerra comercial entre ambas potencias. Aunque durante la administración de Joe Biden algunas de esas medidas se moderaron, Trump ha prometido recrudecerlas si vuelve al poder.

Las restricciones actuales a los envíos internacionales de bajo valor forman parte de esta estrategia. Al endurecer el control sobre productos chinos que llegan bajo el radar fiscal y regulatorio, Trump busca:

  • Proteger a la industria estadounidense, particularmente la manufactura textil, tecnología y de consumo masivo.
  • Dificultar el acceso al mercado estadounidense a compañías extranjeras que considera desleales o “ilegítimas”.
  • Movilizar al electorado obrero de los estados industriales que se sienten perjudicados por la globalización.

En este contexto, la suspensión de DHL no es un accidente logístico, sino una consecuencia directa de una política comercial más dura, nacionalista y estratégica, impulsada por Trump y sectores del Congreso alineados con su visión.

Impacto en empresas asiáticas

Las plataformas como Shein y Temu se han convertido en gigantes globales del comercio electrónico gracias a un modelo basado en:

  • Producción ultra económica en China.
  • Envío directo al consumidor usando la exención de minimis.
  • Tiempos de entrega razonables (7-14 días).
  • Precios altamente competitivos sin aranceles ni intermediarios.

Sin embargo, este modelo está en crisis frente a las nuevas restricciones de EE.UU.

1. Incremento de costos:
Con la necesidad de declarar origen, pagar impuestos y cumplir con normas de etiquetado, seguridad y calidad, estas plataformas ya no pueden enviar paquetes con la misma rapidez ni al mismo costo. Esto afecta directamente su promesa de valor y los vuelve menos atractivos frente a competidores con presencia local.

Impacto de las empresas asiáticas como Shein, Temu y AliExpress con la cancelación de envíos de paquetes a Estados Unidos por DHL y FedEx

2. Reestructuración logística:
Para mantenerse en el mercado estadounidense, Shein y Temu deberán considerar la creación de centros de distribución dentro de EE.UU., algo que implica inversiones millonarias, contratación de personal local y cumplimiento con leyes laborales y ambientales.

3. Pérdida de ventaja competitiva:
Hasta ahora, estas empresas competían en desventaja favorable: no tenían que pagar aranceles ni cumplir con las estrictas reglas que sí aplican a empresas norteamericanas. El nuevo panorama nivelará el terreno de juego, lo cual podría dar oxígeno a marcas locales y cambiar las dinámicas de consumo digital.

4. Presión reputacional y política:
En medio del discurso político, Shein y Temu han sido señaladas como ejemplo de “explotación del sistema”. Su imagen pública podría deteriorarse si son vistas como evasoras de impuestos o promotoras de productos de baja calidad, especialmente en un entorno de mayor fiscalización.

En resumen, estas plataformas enfrentan una amenaza existencial en el mercado estadounidense y deberán rediseñar su estrategia si quieren mantener su liderazgo global.

Las reacciones de China y Japón

La respuesta internacional no se hizo esperar. La decisión de Estados Unidos de endurecer las reglas para importaciones de bajo valor ha provocado fuertes reacciones diplomáticas, particularmente de países asiáticos cuyos modelos económicos están profundamente integrados al comercio electrónico global.

China: una respuesta enérgica y estratégica

China, siendo el país más directamente afectado por estas medidas, acusó al gobierno estadounidense de adoptar una postura proteccionista que viola los principios del libre comercio internacional. Funcionarios del Ministerio de Comercio chino declararon que las nuevas restricciones no solo afectan a empresas chinas, sino que también dañan al consumidor estadounidense al restringir su acceso a productos accesibles y diversos.

Además, China ha advertido que está evaluando medidas de represalia comercial, que podrían incluir:

  • Restricciones similares a empresas estadounidenses que operan en China.
  • Aumento de inspecciones y barreras no arancelarias a productos importados de EE.UU.
  • Impulso de alianzas regionales para depender menos del mercado norteamericano.

Japón: cautela y preocupación por la cadena de suministro

Japón, aunque menos expuesto directamente que China, ha manifestado su preocupación por el impacto sistémico que estas decisiones pueden tener en las cadenas de suministro globales. A través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno japonés ha pedido que estos temas se discutan en foros multilaterales como la OMC y se mantenga un diálogo abierto para evitar una escalada de tensiones comerciales.

Japón teme que una guerra comercial más intensa no solo afecte a gigantes como Shein o DHL, sino también a miles de pymes exportadoras que dependen de la agilidad logística global.

¿Por qué esto importa para el consumidor común?

A primera vista, puede parecer que todo esto es un conflicto lejano, entre gobiernos, grandes empresas y plataformas extranjeras. Pero la realidad es que el impacto para el consumidor común es directo, tangible y puede sentirse en el bolsillo y en el carrito de compras online.

1. Aumento de precios

Al eliminar la exención de minimis o al restringir su uso, muchos productos que antes llegaban sin pagar impuestos ahora tendrán que cubrir aranceles, IVA, y posiblemente nuevos gastos de gestión aduanal. Todo esto se traduce en un aumento en el precio final que paga el comprador.

2. Menor variedad de productos

Al complicarse los procesos para importar, muchas plataformas podrían dejar de ofrecer ciertos productos en EE.UU. o incluso cerrar rutas logísticas que antes estaban abiertas a Latinoamérica. Esto reduce la variedad, en especial de artículos de moda, gadgets tecnológicos, accesorios y productos del hogar.

Impacto en el consumidor y en el comercio con los cambios al presupuesto de los paquetes "de minimis"

3. Más retrasos y menor certidumbre

Al endurecerse los controles aduaneros, los tiempos de entrega aumentan. Lo que antes tardaba 5 a 7 días ahora puede tardar 15 o incluso 30 días, dependiendo del transportista, el país de origen y la naturaleza del producto.

4. Cambios en la experiencia de compra

Plataformas como Shein y Temu podrían verse obligadas a modificar sus políticas de devolución, garantía o reembolso, lo que podría afectar la confianza del consumidor.

En resumen, estas medidas no son solo geopolítica, sino decisiones que repercuten directamente en cómo, cuánto y dónde compra el consumidor digital promedio.

¿Y las empresas logísticas como FedEx, DHL o UPS?

El golpe no es solo para DHL. FedEx, UPS y otros gigantes logísticos enfrentan ahora una tormenta perfecta, compuesta por regulaciones más estrictas, exigencias operativas y una presión creciente para mantener su competitividad.

1. Aumento de costos operativos

Las nuevas reglas requieren que las empresas proporcionen:

  • Declaración anticipada de datos.
  • Verificación del país de origen.
  • Descripciones detalladas de los productos.
  • Cumplimiento con regulaciones sectoriales (FDA, FCC, etc.).

Todo esto implica más personal, software especializado y procesos internos, lo que eleva los costos operativos considerablemente.

2. Ajustes en su modelo de negocio

FedEx y UPS están analizando qué rutas, tipos de paquetes y clientes pueden seguir atendiendo bajo el nuevo esquema. Es posible que rediseñen sus servicios para enfocarse en envíos de mayor valor o con mayor trazabilidad, dejando de lado a clientes pequeños o informales.

3. Tiempos de entrega menos predecibles

Las inspecciones adicionales y posibles detenciones aduaneras hacen que las promesas de entrega “express” o “garantizadas” sean más difíciles de cumplir. Esto pone en riesgo la confianza del cliente y la reputación de estas marcas.

4. Alianzas estratégicas y nuevos centros de distribución

Alianzas estratégicas entre empresas como DHL, FedEx y UPS contra los impuestos e importación de Estados Unidos

de minimis

Para adaptarse, algunas empresas están estableciendo centros de cumplimiento localizados en EE.UU. o incluso alianzas con operadores logísticos nacionales, para reducir el riesgo de enfrentarse directamente al nuevo muro regulatorio.

Por ello, estas empresas están en una carrera contra el tiempo para adaptar sus operaciones y no ceder terreno frente a competidores más ágiles.

¿Cuándo volverán los envíos de DHL y FedEx a la normalidad?

La gran incógnita para consumidores, plataformas y operadores logísticos es cuándo podrán restablecerse los envíos bajo condiciones similares a las que existían antes de las nuevas restricciones. La respuesta, por ahora, es incierta.

El restablecimiento de la “normalidad” depende de múltiples factores:

1. Cambios legislativos en EE.UU.

Si el Congreso o la Casa Blanca decidieran flexibilizar nuevamente la exención de minimis, o emitir lineamientos más claros y específicos, las empresas logísticas podrían reactivar sus servicios rápidamente. Sin embargo, en el actual clima político, esto parece poco probable a corto plazo.

2. Adaptación de las empresas logísticas

Empresas como DHL están trabajando en rediseñar sus procesos, automatizar la verificación de origen y mejorar sus sistemas de trazabilidad. Una vez que logren cumplir con los nuevos requisitos de forma eficiente, podrían reanudar gradualmente los envíos suspendidos, posiblemente en fases.

3. Cambios en el modelo de negocio de las plataformas

Shein, Temu y otras podrían abrir almacenes en Estados Unidos o México para distribuir desde ahí. Este cambio tomará tiempo, pero es una solución estructural más sostenible.

En resumen, no existe una fecha oficial ni estimación firme. Los analistas del sector estiman que podrían pasar varios meses (al menos hasta mediados o finales de 2025) antes de ver una reactivación parcial de los envíos internacionales bajo el esquema anterior.

Comparativa entre en envío de paquetes por DHL antes y ahora

Para entender el impacto de las nuevas medidas, veamos una tabla comparativa entre la operación logística de minimis antes y después de la nueva normativa:

AspectoAntes (con de minimis)Ahora (nueva regulación)
Límite de valorHasta $800 USDIgual, pero con restricciones
Inspección aduaneraNo obligatoriaSí, en varios casos
Requisitos documentalesMínimosCompleta trazabilidad y origen claro
Tiempo de entrega5 a 10 días10 a 30 días, con riesgo de retraso
Plataformas beneficiadasShein, Temu, AliExpressAfectadas directamente
Costos logísticosBajosElevados por cumplimiento obligatorio
Riesgo de retenciónBajoAlto si no se cumplen los requisitos
Tabla 1. Comparativa de los envíos de paquetes “de minimis” por DHL, antes y ahora.

Este cambio representa una transformación profunda en las reglas del comercio internacional de bajo valor, especialmente en el canal digital.

¿Se puede evitar la suspensión de parte de DHL y FedEx?

Aunque las nuevas reglas parecen complicar el panorama, aún existen formas para consumidores y vendedores de adaptarse sin quedar totalmente fuera del comercio internacional.

Para consumidores:

  • Comprar en plataformas con presencia local: Tiendas como Amazon, Mercado Libre o plataformas con centros de distribución en EE.UU. o México aún operan normalmente.
  • Consolidar compras: Juntar varios productos en un solo paquete puede facilitar su importación formal y evitar riesgos de retención.
  • Consultar políticas actualizadas: Revisa los avisos de envío en plataformas como Shein o Temu, ya que están informando cambios en tiempo real.

Para vendedores o importadores:

  • Formalizar las importaciones: Importar de manera oficial, aunque implique más trámites, reduce el riesgo de pérdida o suspensión.
  • Buscar operadores logísticos que ya se hayan adaptado: Algunas paqueterías especializadas han desarrollado sistemas para cumplir con las nuevas reglas.
  • Explorar proveedores en México o Latinoamérica: Acercar la cadena de suministro puede ser una ventaja competitiva en este nuevo entorno.
  • Establecer centros logísticos en EE.UU.: Las grandes plataformas deberán evaluar si vale la pena invertir en infraestructura local para seguir operando.

El efecto dominó en el comercio global

Lo que comenzó como una medida unilateral de EE.UU. puede convertirse en un efecto dominó con repercusiones globales. Otros países podrían seguir su ejemplo para proteger sus propias industrias o como medida recíproca.

Posibles efectos:

Efecto dominó en el comercio global
Políticas de "de minimis" en otros países
  • Revisión de las políticas de minimis en otros países (como Canadá, México o la Unión Europea).
  • Desaceleración del modelo de envío directo global, que ha sido el corazón del crecimiento del comercio electrónico asiático.
  • Relocalización de operaciones y cadenas logísticas como Mercado Libre o DHL, impulsando nuevas inversiones en América del Norte y otros destinos estratégicos.
  • Aumento de tensiones en la OMC, donde China podría presentar quejas formales por considerar que se trata de una barrera comercial encubierta.

En este contexto, el comercio electrónico transfronterizo está entrando en una nueva etapa, más regulada, más costosa, pero también más controlada y competitiva.

El inicio de nuevas reglas

La suspensión parcial de los envíos de DHL a Estados Unidos no es un hecho aislado, sino un síntoma de un cambio estructural en el comercio internacional, impulsado por tensiones políticas, disputas comerciales y nuevas prioridades regulatorias. El modelo de compras rápidas y baratas desde Asia, que floreció al amparo de la exención de minimis, está siendo desafiado por una realidad más compleja: mayor vigilancia, mayor trazabilidad y mayares costos.

Tanto consumidores como empresas deberán adaptarse a este nuevo entorno, más regulado, pero también más transparente. Para algunos será una oportunidad de profesionalizar sus procesos de importación; para otros, un momento de incertidumbre y ajuste.

Lo que está claro es que el comercio digital internacional está entrando en una nueva etapa, donde ya no bastará con hacer clic para que un producto cruce el mundo sin ser inspeccionado (sin considerarse como una importación pequeña). El desafío será encontrar un equilibrio entre facilitar el consumo global y proteger la producción, la seguridad y el cumplimiento normativo.

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